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A mis 20 años, era una chica llena de juventud, curiosidad por descubrir la vida, y disfrutarla al 101%.

Era una chica, siempre con la sonrisa en el rostro, alegre y muy social. Pero a la vez, llena de miedos, patrones de crianza, experiencias complejas, con muchos complejos ante los estereotipos de vida y a la vez con un autoestima tan baja, que no me sentía conforme con mi físico.

20 años y aún me sonrojaba al recibir algún alago de algún chico guapo, o que me gustara. Me ponía muy nerviosa, ahora que pienso en eso, es gracioso y bonito saber que aún me quedaba esa ingenuidad.

La gente que me conocía en ese tiempo, siempre vio en mí una chica extrovertida, divertida y muy lanzada ante la vida.

Tampoco es la idea andar ventilando tu vida al mundo para que te entiendan o conozcan mejor, pero usualmente cuando uno se muestra muy alegre y feliz ante la vida, ya la sociedad piensa que uno no tiene problemas, o no se toma la vida en serio.

Sin embrago, las personas ven la cáscara o lo que tú quieres que vean, pero muy pocos se interesan por conocer los demonios que llevamos dentro, y es totalmente normal, ya que cada persona día a día lucha con sus propias batallas, aunque esto no de carta libre a la ligereza de palabras o juzgar muy pronto a las personas sin conocerlas.

Porque pienso que a veces ese comportamiento tan extrovertido y enérgico puede ser también una manera de protegerse, para apaciguar las pesadillas que pueda estar viviendo.

A mis 20 años tenía muchas emociones contrariadas, quería vivir todo lo que no viví antes

A mis 20 años tenía muchas emociones contrariadas, quería vivir todo lo que no viví antes, ya que mis padres eran muy conservadores y sobre protectores, no me dejaban salir mucho y los permisos eran limitados y vigilados.
Por fin trabajaba y tenía mi propio dinero, ya era mayor de edad y quería comerme el mundo. Tenía muchos planes para mi vida pero no sabía por dónde comenzar.

Pues empecé como una moto, a 100 km/h

Como cuando tienes encerrado a tu mascota y al abrir la puerta sale corriendo como si el mundo se acabara, pues así…jajaja

Pues día a día tomamos decisiones, y esas decisiones son inevitables que tengan consecuencias.
Me aferré a un amor insano para mí, traté de ayudar a esta persona todo lo que pude o estuvo a mi alcance por ayudarlo.

Me envolví entre sus bonitas palabras, sus muestras de cariño y atención de la cual, yo carecía en ese momento.
Me empecé a sentir responsable por su bienestar, ya que era una persona sola, con problemas de conducta y adicciones, sentí que realmente me necesitaba y no podía abandonar a esta persona.

Mis valores y mi corazón no me dejaban hacerlo.

Sin embargo, no tenía ni idea del jardín en donde me metía, no fui criada para eso, ni mucho menos me imaginaba lo difícil que sería.

Yo seguía viviendo en un bucle de idas y venidas con esta persona, emociones fuertes y destructivas, patologías y toxicidad al máximo.

Era como estar en un túnel sin salida, y si lograbas escapar, te sentías con una gran culpa por abandonar el barco, aunque sepas que el hacerlo es por tu bienestar.

A veces juzgamos a las personas por sus decisiones, porque es muy fácil verlo de afuera.

Pero las personas involucradas tienen una venda en los ojos muy, muy difícil de sacársela, es duro aprender a soltar, no queremos hacerlo, a veces por no perder, por no dar por perdida la inversión de tiempo o dinero; sin embargo solo estamos alargando la agonía.

Sin voluntad, sin ayuda profesional y una vez más, y muy importante…Sin la voluntad de la persona que necesita ayuda, no se puede hacer mucho e intentar cambiar esta persona sin que lo quiera, eso sí que es una gran pérdida de tiempo.

Pues como jugando llegaron mis 21 años, y así también llegó mi hija.

Ahora me encontraba con una relación adictiva, totalmente co-dependiente, y con un bebé por venir al mundo.
Una responsabilidad más para mi!

¿Para mí? Pero si los padres éramos ambos?, pues cuando una de las partes no está bien o estable, siempre será mayor responsabilidad de la persona que esté más estable en todos los sentidos.

Mi niña hermosa, es lo mejor que me ha pasado en la vida.

Me hubiese gustado que venga en mejores circunstancias y quizá con mejores padres, porque ella no se merecía vivir tantos eventos que debería vivir una niña.

Tengo una hija maravillosa y sé que todas las madres decimos lo mismo de nuestros hijos, pero Ella es espectacular!

He cometido muchos, pero muchos errores en el camino, y aún los sigo cometiendo, pero mi inmadurez y circunstancias no me ayudaban mucho.

No puedo justificarme en nada, ya que cada día era el resultado de cada paso que daba. Tenía una vida en mis manos, literalmente que dependía mucho de mí.

Creo que traté de sacar mi hogar adelante, con errores y aciertos, nunca quise darme por vencida y luchar por darle una familia a mi niña.

Pero si las dos personas no reman a la vez el mismo barco, siempre habrá un des balance, y la otra persona de puede cansar porque el peso es grande para solo uno.

Perdonando malas conductas, pasando por alto faltas de respeto y ocultando como cómplice algunos altercados de pareja, yo seguía frente en alto en conservar la “familia” de mi niña.

Una vez más me cegaba el estereotipo de la sociedad, de luchar por no ser una madre soltera y dar mala impresión a mi familia o que me tilden de fracasada.

Muy fuerte el daño que hace la sociedad a algunas mujeres, en juzgar el por qué? están solas y con hijos.

Muchas de nosotras no traemos hijos al mundo para que nos abandonen y nos dejen solas, ni tampoco para retener al hombre, porque al hombre que no quiere hacer algo, no hay nada ni nadie que lo retenga, ni los hijos.

Quizá algunas mujeres practiquen, el hacer hijos para ser mantenidas, pedir una pensión o retener a los hombres; pero en caso de muchas como yo, no fue así.

Como ya lo dije en líneas anteriores, yo provengo de una familia muy conservadora y estricta, así que lo siguiente de enterarme de mi embarazo, fue casarme.

Y ahí estaba yo, con 21 años, sin estar segura de casarme con esta persona, con muchos miedos y frustraciones, pero cumpliendo con la voluntad de mis padres y satisfaciendo a la sociedad.

  • Ahora cuando veo parejas jóvenes que llevan meses o incluso un par de años de relación, las personas están preguntando,
  • ¿Ya? ¿Y para cuándo el anillo?,
  • No vayas a ser la novia eterna,
  • ¿Acaso él no quiere casarse?,
  • Se te va a pasar la edad para tener hijos.
  • Asegúrate con el matrimonio! Amárralo ya!, si no viene otra y se lo lleva, Etc…

Tanta estupidez junta, que suele provenir de la familia, amistades y conocidos.

¿Asegúrate? si lo único que te puedes asegurar con el matrimonio es que cuando quieras divorciarte será mejor que sea en buenos términos y de manera voluntaria, si no; a esperar que la otra persona quiera firmar o entrar en demandas.

Soy totalmente creyente del matrimonio, del amor y la ilusión con lo que muchas personas lo hacen, pero aegurar, no asegura nada; solo que te hagan la vida imposible si uno de los dos no quiere soltar, por capricho o por amor y con eso te puede hacer la vida de cuadros a pesar de ya no tener una relación contigo.

¿Qué debí escoger bien? Pues eso me decía mi madre, tú lo conociste así, así que te aguantas

Entonces, eres inmadura, inexperta, no tienes soporte adecuado para que te guíe, o simplemente no escuchas a nadie porque eres joven y crees que se te acaba el mundo y quieres hacerlo todo. Sin embargo, cometer ciertos errores tiene que mantenerte condenada para siempre?

Soportando malos tratos, daños físicos y psicológicos, abandono, amenazas y manipulaciones para ti y por ende para los hijos. Acaso no tenemos derecho a re plantear nuestras decisiones y buscar nuestra paz y felicidad fuera de las personas que no, nos permiten hacerlo?

¿Por qué tendría que soportar tanto?¿ Por no dar un padrastro a mi hija?

Te aseguro que conozco padrastros mucho mejores que un padre biológico

Porque el sistema no apoya a la familia mono parental? Y el que me diga que no es así, pregunta por un crédito hipotecario a ver si te lo dan al ser sola en casa, aunque demuestres ganar bien y tener un trabajo estable, o la famosa “estrategia” de algunas empresas de contratar madres solteras porque saben que por su necesidad de mantener a sus hijos solas, tienen que aguantar horas extras, pagos bajos o acoso de los jefes.

Pues después de 10 años de matrimonio, entre idas y vueltas, por fin tomé la decisión definitiva de dejar a esta persona.

¿Y por qué esperé tanto?

Pues porque una vez más entre las lágrimas de cocodrilo, manipulación para con mi hija, falsas promesas y la falsa moral de la sociedad, era como una sanguijuela que me consumía por dentro y no podía terminar de sacármela.

No era feliz, me sentía completamente vacía y lo peor, sentía que me lo merecía. En ese momento solo me importaba la sonrisa de mi hija viendo a su “familia feliz”, aunque no era así.

En la escuela refuerzan mucho el valor de la familia y mi niña llegaba todos los días y cantaba canciones de su familia feliz, dibujaba su familia y me tenía con el tema de familia tan atormentada, que no quería cargar con esa culpa de destruirle su familia.

Pero como todo lo que no comienza bien, no finaliza bien tampoco, y antes los deseos de familia de mi hija, mi deber era protegerla ante todo y todos.

Mi niña hermosa, fue lo mejor que la vida me dio para empezar a trabajar en mi persona y por ende por ella y tratar de salvar mi hogar.

Llegamos a un punto en que a los 9 años casi 10, de mi niña; ya no dormíamos juntos.

Tantas decepciones fueron matando la ilusión y el amor que me quedaba. Para ese entonces yo dormía con mi niña, y él en la habitación de mi hija.

Al no haber la comunicación de pareja y yo al centrarme en mi casa, mi hija y mi trabajo, no pude darme cuenta de ciertas cosas que se practicaban en casa en mi ausencia, ya que esta persona no estaba trabajando y se quedaba solo en casa.

Pues sin entrar en detalles, un día mi niña encontró ciertas cosas ilegales que tenía en su habitación (mientras buscaba sus juguetes), pues seguía siendo su habitación, (eso me lo contó la niñera).

Ese día tenía muchas ganas de terminar con ese infierno de dar oportunidades, sentir siempre compasión por todos menos por mi, pero aún no sabía cómo hacerlo sin que sea un trauma para mi hija.

Yo estaba dispuesta a no ser feliz y aguantar la presencia de ese individuo hasta que pueda irse de casa de manera adecuada y cuando yo prepare a mi niña para tal separación. Sin embargo su imprudencia aceleró la determinante decisión.

Puedo decir que esta decisión no la tomé sola

Esa noche mientras pensaba en la cama en ¿Cómo manejar la situación? ¿Qué camino tomar?, mi niña un poco asustada me pidió perdón, porque no me contó lo que vio, por miedo al desenlace de una escena violenta que me vaya a perjudicar.

Recuerdo que con sus 9 años, juntas en la cama, me miró seria, y abrió su manito, empezó a contar con cada dedo las cosas que ella vio que su padre me había hecho hasta ese entonces.

Luego me dijo: Mami, ¿Por qué aguantas tanto?¿ Tanto lo amas?, Si de verdad lo amas, respeto tu decisión de seguir con el, pero por mí no lo vayas a estar haciendo. Yo amo tener una familia, pero no de esta manera.

Por mí no lo hagas, yo quiero que seas feliz. Quiero que seas feliz sola, con un hombre bajito, alto, delgado, gordo, negro, blanco o una mujer, lo que quieras y lo que te haga feliz. Y si mi eres feliz así con mi padre, lo respeto, pero por mí, no aguantes más. Pero quiero que tú seas feliz

Dulces, maduras e inesperadas palabras de de una niña de 9 años a su madre.

Pues ya no habían más pretextos para continuar con ese martirio. Salvo que, sea yo la que no quiera acabar con eso.
En pocas palabras, se me acabaron los argumentos o pretextos para continuar en una relación patológica.

Así que al día siguiente, antes de ir a trabajar, fui a la otra habitación a pedir el divorcio y el pronto retiro de esta persona de la casa. Obviamente ofreciendo mutuo acuerdo y responsabilidades al 50/50 %.

Es ahí donde empezó la siguiente etapa: luchar para que se vaya, aguantar más malos tratos de frustración e humillaciones. Fue duro y tardó un tiempo pero por fin se fue!

Y no sabes la sonrisa que aún tengo al recordar ese momento, sonrisa de: Por fin! Por fin viviremos en paz!
Recuerdo que ese día le dije a mi niña: Juntas hasta el infinito, donde sea y como sea, pero juntas y tranquilas.
Eh ahí donde aprendí que la tranquilidad no tiene precio.

Desde ese entonces empezó para nosotras una nueva etapa, una etapa mas tranquila, pero a la vez con más retos, ya que para una madre sola no es fácil sacar adelante a sus hijos, más aún si vivimos en una sociedad machista y un sistema que no ayuda a la crianza de los hijos mientras uno tiene que trabajar.

Porque en mi caso no podía dejar a nadie con mi niña, salvo sea una persona que pague, y aún así era complicado.
Ha sido un camino duro de andar y aún estoy cansada del poco apoyo que tenemos las madres solteras.

Primero la sociedad presiona a la juventud a casarse pronto, luego a tener hijos, y si no funciona, te aguantas? Porque tú elegiste eso

Vaya shit!

Y si te pones bien los pantalones y te separas, el sistema no colabora, además de otra parte, los hombres machistas que te desvalorizan si estás sola con hijos, y se piensan que estas tan muerta de hambre, que por un almuerzo tienes que ceder a sus bajas intenciones sexuales y solo eso, porque de tomarte en serio, nada. Como si no te lo merecieras.

Si eres madre soltera eres mujer de pasar el rato y confórmate con que no te falte nada mientras salgas con ellos. Fuera de mencionar a los hombres casados.

Repudio la falsa moral de la sociedad machista y cavernícola que aún se practica en algunos países o zonas.
Y lo lamento mucho por las mujeres que tienen que soportar aún, esos conflictos y falta de apoyo.

Definitivamente no he contado al detalle gran parte de mi vida y experiencia, sin embargo creo que he impregnado cosas puntuales que puedan ayudar a identificarnos y sobretodo saber que si estamos pasando por algo parecido o peor, créeme…Huye

Sal corriendo de ahí, pide ayuda profesional, familiar o de amistades.

No existe motivo alguno por el que tengas que tolerar malos trato de absolutamente nadie, aunque te hayas equivocado y cometido errores.

Si piensas que soportas por que tus hijos tengan un hogar. Ellos no quieren ni necesitan un hogar así, en un fututo vas a ver que te lo agradecerán mucho.

Es usual que estas cosas le pasen a mujeres, pero también es totalmente válido para los hombres.

El abuso y malos tratos no los merece nadie, mucho menos los inocentes niños que no pidieron venir al mundo.
Hoy con mi niña ya de 17 años casi por cumplir 18, puedo asegurarte que tardé mucho por gusto, sin embargo más vale tarde que nunca y nunca me arrepentiré de haber tomado esa decisión.

Tampoco me cansaré de agradecer a mi niña por ayudarme a abrir los ojos, por darme esa libertad y confianza en elegir lo que pensaba que sería lo menor para nostras.

Sin su apoyo y empuje, no sé donde estaríamos hoy.

Pues hoy te puedo asegurar que estamos mejor que nunca y muy felices.

No dudes en tomar decisiones que te lleven a tu tranquilidad emocional, a la paz y tranquilidad física y mental de tu persona y tus hijos si es que los tienes.

Y si quieres dar una oportunidad, porque todos lo merecemos o porque aún tienes alguna esperanza. Pues no soy quién para decirte que hacer, pero si te sugiero de corazón, que lo hagas con profesionales, con terapias, psicólogos o grupos de ayuda.

Una relación violenta, tóxica o quebrantada, no la vamos a poder salvar solos, se necesita mucha voluntad de los involucrados, trabajar mucho en cada persona, y en la misma relación y/o familia.

Te dejaré algún vídeo o material para que puedas revisarlos y ojalá no estés pasando por esto o algún familiar tuyo.
Pero de ser así, espero pueda ayudar en algo.

Muchas gracias.

Apego y dependencia emocional